Documento de posición del Grupo PPE sobre el enfoque de una política industrial integrada

Europa está tomando decisiones fundamentales sobre su futuro económico para los próximos años. La Comisión ha establecido ambiciones claras para las transiciones ecológica y digital, así como para una Política Industrial renovada. Para alcanzar estos objetivos es necesario que se alimenten mutuamente; necesitamos un equilibrio entre las distintas prioridades, y tenemos que alinear el gasto público y los incentivos de acuerdo con estas líneas. Aunque todos los ingredientes de este planteamiento están presentes en las propuestas de la Comisión, no existe una estrategia global a diez años que nos permita alcanzar nuestros objetivos para 2030 y más allá. Sin embargo, esto es indispensable para que las pequeñas y medianas empresas (PYME) y las grandes empresas europeas mantengan la planificación y la seguridad de las inversiones.

El Pacto Verde es la supuesta Agenda de Crecimiento, pero como hemos visto posteriormente, necesitamos objetivos digitales e industriales en pie de igualdad, ya que todos dependen unos de otros. Un enfoque que reuniera todos estos objetivos en estrategias concretas para los ecosistemas industriales sería el enfoque integrado adecuado y esto es lo que al Grupo PPE le gustaría ver. Debe quedar claro que no se trata de un Plan de Economía. Lo que necesitamos es ofrecer a todas las industrias una política pública coherente a través de diferentes instrumentos políticos que les apoye en estas complejas transiciones.

Tenemos que poner en marcha estas estrategias lo antes posible. Si tuviéramos las estrategias ahora, podríamos ajustar el gasto y las prioridades legislativas para 2022. Eso nos dejaría unos 8,5 años para una transformación monumental. Es un plazo extremadamente corto, que solo puede lograrse con esfuerzos concertados y dedicados tanto de los responsables políticos como de las empresas. Para decirlo claramente: sin una estrategia completa e integrada, que dirija todos nuestros instrumentos, políticas y gastos, es poco probable que Europa alcance sus objetivos industriales, digitales y ecológicos en 2030. Esto se debe, en particular, al hecho de que el corto plazo y las tareas que tenemos por delante pueden suponer un reto, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, la columna vertebral de la economía europea.

En este documento, el Grupo PPE expone las líneas generales de sus puntos de vista sobre cómo debería completarse la estrategia de la Comisión.

El ecosistema en el centro

El Grupo PPE apoya el enfoque ecosistémico de la Estrategia Industrial. Los objetivos digitales y climáticos afectarán a cada ecosistema de forma diferente y la posición de Europa en el mercado global varía también entre ecosistemas. Para seguir siendo competitivos y lograr autonomía estratégica, cada ecosistema necesita su propio enfoque.

Según el Informe Anual sobre el Mercado Único 2021 (IAMU ), "los ecosistemas industriales engloban a todos los agentes implicados en la consecución de un determinado objetivo socioeconómico: desde las start-ups más pequeñas hasta las mayores empresas que cooperan para satisfacer una nueva necesidad del mercado, las actividades de investigación que apoyan la innovación industrial, los reguladores que dirigen la actividad económica mediante políticas propicias, hasta los proveedores de servicios y los suministradores." Esta definición exhaustiva de un ecosistema demuestra claramente la importancia de un planteamiento totalmente integrado. Necesitamos una estrategia en la que medidas eficaces en todos estos elementos de los ecosistemas trabajen de forma concertada para reforzar la competitividad y el crecimiento de los ecosistemas. Estas medidas deben estar hechas a la medida de cada parte interesada (por ejemplo, las PYME) y tener un carácter universal que se aplique horizontalmente en todos los ecosistemas.

Una cuestión importante que plantea la actualización de la estrategia es si los 14 ecosistemas seleccionados en 2020 siguen siendo los pertinentes. Debido a importantes avances, la Comisión añadió la perspectiva de las dependencias como criterio impulsor de su estrategia, pero no logró esbozar de forma convincente por qué estos avances no repercutirían en la selección de los 14 ecosistemas.

Alineación de instrumentos

La Unión dispone de todo un arsenal de instrumentos para alcanzar sus objetivos. La Estrategia Industrial se basa en las Alianzas Industriales como instrumento central. Se trata de un ejemplo de instrumento de elaboración de agendas, que debería estar en el centro del planteamiento estratégico. Sin embargo, las agendas para la competitividad sólo pueden tener éxito si conducen a un enfoque integrado de otros instrumentos.

Instrumentos de definición de la agenda: Alianzas Industriales, Hojas de Ruta Tecnológicas Industriales, Asociaciones Europeas, Plan Estratégico de la UME, Asociaciones Sectoriales sobre el Clima, RTE, Pacto por las Capacidades.
Instrumentos de financiación: IPCEI, Horizonte Europa, Asociaciones Europeas (en particular, Empresas Comunes), Centros de Innovación Digital, InvestEU, CEF, Estrategias de Especialización Inteligente, planes nacionales de recuperación, Fondo de Innovación, Fondo de Transición Justa, Fondos Estructurales y Regionales de la UE, Programa Europa Digital, Programa de Mercado Único, Erasmus+.
Instrumentos reguladores: Legislar mejor, ayudas estatales y normas de competencia, Ley del Clima, Taxonomía, REDII, EED, ETS, Reglamento AI, Ley de Datos, DGA, DMA, DSA, normalización, subvenciones extranjeras que distorsionan el mercado interior.
Instrumentos internacionales: CBAM, acuerdos comerciales, incluidos ALC y AAC, normas de la OMC, normalización, análisis de dependencia, compromisos climáticos mundiales (¿ETS mundial?), asociaciones con países vecinos, Tratado sobre la Carta de la Energía.

Estrategia plenamente integrada

Como se afirma en el ASMR, el enfoque ecosistémico "incorpora la importancia sistémica de todos los vínculos horizontales y verticales entre los agentes económicos". Sin embargo, también debemos incorporar plenamente los vínculos horizontales y verticales entre todos los instrumentos pertinentes de apoyo a esos ecosistemas.

La actual Estrategia Industrial carece de esta integración política y de medidas concretas. Esto crea el riesgo de que se socave la eficacia de las medidas. Las medidas de un instrumento suelen necesitar el apoyo de medidas de otros instrumentos. Este apoyo puede faltar cuando no contamos con un enfoque integrado.

Las fichas de los ecosistemas de la ASMR son un buen punto de partida, pero deben completarse para todos los ecosistemas. Sólo contamos con seis análisis de dependencia, sólo tenemos dos hojas de ruta de tecnología industrial piloto, a menudo faltan detalles sobre cómo la Taxonomía afectará a un ecosistema específico y la palabra "podría" aparece a menudo en las fichas. Además, debido a un efecto indirecto de la Taxonomía, la Directiva sobre informes de sostenibilidad de las empresas parece aplicarse ahora también a las PYME, con una carga administrativa potencialmente importante. Para lograr una transición es necesario conocer las necesidades de un ecosistema y elaborar una estrategia sobre cómo satisfacerlas. Esto exige, por un lado, unas hojas de ruta tecnológicas ambiciosas para todos los ecosistemas con el fin de dirigir la I+D necesaria para las nuevas tecnologías. Por otro, necesitamos un estrecho seguimiento de las necesidades infraestructurales y de cualificación de los ecosistemas.

Por poner el ejemplo de la tecnología cuántica, hemos conseguido introducir en el Programa Horizonte Europa una partida de 1.000 millones de eurospara la tecnología cuántica. Además, el Programa Europa Digital aporta una financiación significativa y varias empresas comunes son relevantes; por ejemplo, la Empresa Común de Tecnología Digital Clave. Junto con el Consorcio de la Industria Cuántica (QuIC), de reciente creación, tenemos que garantizar ahora la creación de una estructura de gobernanza común, que incluya a los servicios pertinentes de la Comisión y a las partes interesadas, para dirigir la inversión con objetivos claros para 2030. Esto nos permitirá, no solo lograr el tan importante avance tecnológico en este campo, sino también constituir una infraestructura de innovación decisiva para muchos otros sectores.

Además, como señala la ASMR, los ecosistemas "evolucionan en el mismo contexto: un mercado único integrado". Cuando establecemos ambiciones globales para ese Mercado Único y sus participantes, como una taxonomía para las inversiones sostenibles o una revisión de las normas sobre ayudas estatales, sin una estrategia integrada para los ecosistemas, estas grandes ambiciones podrían ser contraproducentes, ya que podrían cerrar puertas esenciales para ecosistemas específicos. Otro elemento a tener en cuenta es el impacto de las opciones en un ecosistema para otros ecosistemas (por ejemplo, una gran dependencia del hidrógeno en un sector del transporte repercutirá en la disponibilidad de hidrógeno en otros sectores). Por último, deben incluirse planes claros para minimizar la burocracia y la carga administrativa. En relación con esto está la revisión del marco de ayudas estatales. La revisión es demasiado lenta y fragmentada. Las propuestas de revisión de las normas IPCEI parecen aún demasiado conservadoras. Las inversiones públicas y privadas se verán frenadas si Europa no aporta claridad a las normas sobre ayudas estatales, especialmente para las PYME. Dada la complejidad y la urgencia del momento, debemos dejar atrás las actitudes dogmáticas hacia las ayudas estatales y considerar toda la gama de posibilidades, desde la suspensión temporal de las normas sobre ayudas estatales en sectores específicos hasta una revisión legislativa completa de las normas sobre ayudas estatales en otros sectores.

Lo que queremos hacer

Como último paso, necesitamos una puesta en práctica clara de todas las soluciones. Completar el análisis nos pondría en el buen camino, pero los detalles de aplicación serán clave. Para pasar de la Estrategia de la Comisión al planteamiento del PPE, es necesario dar una serie de pasos:

La Comisión debe finalizar los análisis de todos los ecosistemas lo antes posible.
La Comisión debe reevaluar la selección de los 14 ecosistemas.
La Comisión debe supervisar anualmente las necesidades de infraestructura.
Los ecosistemas deben presentar una hoja de ruta tecnológica clara.
Las autoridades presupuestarias deben mostrar flexibilidad en el procedimiento presupuestario anual y en las revisiones intermedias de los programas de la Unión para garantizar que las prioridades de financiación de la Unión puedan responder a los resultados de las hojas de ruta y a las necesidades de infraestructuras.
Los legisladores tienen que evaluar críticamente la legislación y aplicar todas las herramientas necesarias para legislar mejor, especialmente la prueba de las PYME, en particular para el paquete "Fit for 55" y los expedientes digitales (DGA, DSA, DMA), a fin de garantizar su adecuación a los resultados del análisis.
La Comisión, junto con los Estados miembros, debe presentar una hoja de ruta para lograr una reducción de al menos el 30 por ciento de las cargas administrativas que afectan a las empresas europeas y especialmente a las PYME, con el fin de disminuir la presión de los costes y promover la competitividad.
Es preciso revisar el marco de ayudas estatales para adecuarlo a la competencia mundial con la máxima urgencia.
La Comisión debe continuar la evaluación de las dependencias estratégicas y presentar un plan de acción sobre cómo reforzar las interdependencias globales de los ecosistemas europeos.
La Comisión debe presentar un paquete estratégico que refuerce el mercado único, haga frente a las subvenciones y absorciones extranjeras y adapte las normas de contratación pública al futuro, de modo que lo que producimos y desarrollamos en la UE también esté protegido por la UE.

Por ejemplo: Aviación limpia

El sector de la aviación se encuentra actualmente atrapado en una tormenta perfecta: la actividad económica se desplomó debido a la COVID-19, los objetivos de sostenibilidad para el sector son inmensos y las implicaciones del transporte global digitalizado desafiarán los modelos de negocio existentes. Esto lo convierte en un caso perfecto para ilustrar la necesidad de un enfoque integrado.

En el marco de la Estrategia Industrial, el sector está incluido en el Ecosistema Aeroespacial y de Defensa. Sin embargo, el sector también está íntimamente ligado a otros ecosistemas, por ejemplo el "Ecosistema Energía - Renovables" y el "Ecosistema Movilidad - Transporte y Automoción". Lo más probable es que las inversiones actuales en tecnologías neutras en carbono no den lugar a las reducciones de emisiones necesarias en 2030 y estén vinculadas a decisiones en otros ecosistemas. Si queremos utilizar los combustibles sintéticos implantados en 2030 para alcanzar esos objetivos, esto presionará sobre la disponibilidad de energía y materias primas para la producción de aviones eléctricos y otros sectores. Si destinamos energía a la producción de hidrógeno con cero emisiones para descarbonizar las industrias que consumen mucha energía, esto ejercerá presión sobre la energía disponible para la industria de la aviación. La Empresa Común para una Aviación Limpia, creada en el marco de Horizonte Europa, aportará tecnologías más limpias para 2030, pero habrá que alinearlas con las inversiones sugeridas por la Alianza. Mientras tanto, la Empresa Común y la Alianza tendrán que recibir financiación de las mismas arcas del sector privado, que actualmente se están viendo muy afectadas por una crisis sin precedentes en el sector. Mientras tanto, la financiación propuesta por la Unión en el marco de Horizonte Europa para esta asociación no alcanza el nivel necesario en este ámbito. Por lo tanto, deben identificarse fuentes de financiación complementarias y conectarse a la Asociación para optimizar el uso de la dotación financiera más amplia del MFP hacia los objetivos clave del "Pacto Verde" perseguidos por la Asociación y para estimular las inversiones privadas necesarias. ¿Son necesarios IPCEI específicos adicionales? Al mismo tiempo, los planes para integrar posiblemente la aviación en el RCDE aún no se mencionan en la estrategia y existe la preocupación de que la Taxonomía de la UE no esté diseñada de manera que permita financiar todas las opciones para descarbonizar la aviación. Esto ejerce presión sobre las inversiones privadas en I+D en el momento en que más las necesitamos. Además, como muchos otros ecosistemas de la estrategia, la aviación debe integrarse en las actividades comerciales internacionales de la Unión, en los regímenes de financiación y ayudas estatales, así como en las iniciativas educativas para mejorar el conjunto de competencias. La actualización de la estrategia supuso un importante comienzo para el sector, pero esta breve visión de conjunto indica en qué aspectos necesitamos aún un trabajo significativo para llegar a un planteamiento verdaderamente integrado.