Macron y Scholz, defensores de los derechos de la mujer, ¿en serio?

18.12.2023

Macron y Scholz, defensores de los derechos de la mujer, ¿en serio?

Aviso importante

Este documento ha sido traducido automáticamente.


Mostrar versión original
Violencia sexual

¿Debe reconocerse la violación como forma de violencia contra la mujer a escala europea? Si la pregunta le parece extraña, espere a leer la respuesta de algunos Estados miembros. Desde hace varios meses se libra en Bruselas una extraña batalla, tan oculta como trascendental. Oculta porque enfrenta a la Comisión Europea, el Parlamento y los representantes de los países de la UE, pero entre bastidores. Crucial, porque afecta a millones de mujeres europeas.

Algunos Estados miembros, con Francia y Alemania a la cabeza, están dedicando considerables energías a desbaratar las ambiciones de la primera ley europea para combatir la violencia contra las mujeres.

Este texto, sugerido por la Comisión en 2022 y modificado desde entonces por el Parlamento, propone una novedad que debería obtener consenso: una definición a escala europea de la violencia que afecta especialmente a las mujeres, a saber, la violación, la mutilación genital femenina, el ciberacoso, el intercambio no consentido de imágenes íntimas y el matrimonio forzado. Además de la definición, los legisladores han definido un catálogo de penas para armonizar la respuesta penal a escala europea, con el fin de no crear lagunas jurídicas en asuntos de tanta importancia.

Decidido, el Parlamento Europeo, liderado por el Grupo PPE, ya ha adoptado su posición y negocia actualmente la versión final de la Directiva con los Estados miembros. Y ahí es donde las cosas se complican... Por improbable que parezca, Emmanuel Macron y Olaf Scholz están pisando el freno. En concreto, están en punto muerto sobre la idea de incluir la violación consentida en la definición de violencia y las penas asociadas. Para ellos, la respuesta es NO: ni definición común, ni penas comunes, ni protección común. Nada de nada.

Fake news, pensarán ustedes. ¿Cómo puede Macron, tan orgulloso del legado de Simone Veil, oponerse a algo así? ¿Cómo puede Scholz, portador del ideal socialista y pretendido paladín de la igualdad de género, hacer lo mismo? La respuesta no es obvia y demuestra una visión confusa de la ley.

Para justificar sus acciones, estos Estados argumentan que no existe base jurídica. La violación no sería "explotación sexual de mujeres y niños" en el sentido del artículo 83 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que sirve de base jurídica a esta Directiva. Una interpretación sorprendente, dado que éste es precisamente el principio en el que se basa la legislación de la UE para luchar contra los "abusos sexuales a menores". Una legislación que Francia y Alemania han adoptado sin pestañear.

Por parte de la Comisión y del Parlamento Europeo, seguimos creyendo que este texto sería fundamental para proteger a las víctimas. Cada año se registran más de 100.000 violaciones en la Unión Europea, según el INSEE, y no podremos proteger a las víctimas ni siquiera empezar a mejorar la situación con una ley escasa.

Al abrirse esta semana una nueva ronda de negociaciones, posiblemente la última, entre las partes interesadas, esperamos que Macron y Scholz cambien de opinión y acepten incluir la violación en esta ley sin precedentes. Sería lo mínimo que podrían hacer para corresponder a sus grandes discursos sobre la importancia de los derechos de las mujeres con acciones concretas.

Notas a los editores

El Grupo PPE es el grupo político más numeroso del Parlamento Europeo con 176 Miembros de todos los países

Contenido relacionado