Proteger a Europa de la influencia china

Europa debe protegerse contra los riesgos de seguridad que plantean las inversiones chinas en infraestructuras europeas. Esto es lo que pide el Grupo PPE antes de la votación de hoy en el Parlamento Europeo sobre dos documentos que detallan la influencia de China en las infraestructuras críticas de la UE y la estrategia portuaria europea global.

La UE y sus instituciones deberían llevar a cabo un examen sistemático de las empresas chinas que se benefician directa o indirectamente de programas europeos y, en caso necesario, poner fin a su participación. Esta es la principal conclusión del informe sobre las implicaciones para la defensa y la seguridad de las inversiones chinas en las infraestructuras estratégicas europeas.

"Es hora de dejar de ser ingenuos. Las acciones de Pekín están impulsadas por el objetivo último del Partido Comunista de convertirse en la primera potencia mundial y cambiar el orden internacional. Las grandes inversiones en infraestructuras clave de Europa permiten a China observar, controlar e influir en nuestras actividades en áreas clave. Proteger nuestras infraestructuras críticas, incluidos los puertos, las redes energéticas y las redes digitales, es crucial para reforzar la resistencia de la UE frente a las crecientes amenazas de China. La clave para lograrlo es la correcta aplicación de la legislación y los compromisos existentes. Las consecuencias de un régimen totalitario que controlara nuestras infraestructuras clave serían nefastas", insiste la eurodiputada Miriam Lexmann, que ha encabezado el informe en nombre del Grupo PPE.

"Nuestros puertos son las puertas de Europa, así que dejemos de entregar las llaves a China. Es estupendo ver que el Parlamento lo apoya. Ahora es el turno de la Comisión", subraya el eurodiputado Tom Berendsen, redactor de la propuesta del Parlamento para una estrategia portuaria europea. El documento expresa la preocupación por la influencia extranjera en las infraestructuras europeas, establece paralelismos con la pasada dependencia energética del continente respecto a Rusia e insta a la UE a gestionar de forma proactiva las inversiones externas para proteger sus transportes vitales.

Las empresas estatales chinas tienen participaciones en puertos europeos responsables de la manipulación de más del 10% de la capacidad total de contenedores marítimos de Europa, mientras que los tres mayores accionistas chinos tienen activos en casi la mitad de los puertos que están situados cerca de bases navales o proporcionan apoyo logístico a las fuerzas de la OTAN.