1.000 días ininterrumpidos: La necesidad de Europa de asegurar la victoria de Ucrania

Ahora que el mundo conmemora los 1.000 días transcurridos desde la invasión a gran escala de Rusia, injustificada, no provocada e ilegal, es un momento para la determinación. La lucha de Ucrania no es sólo una defensa de su soberanía; el destino de Europa se está decidiendo en sus campos de batalla. Debemos hacer todo lo necesario para garantizar la victoria de Ucrania.

Para que Ucrania triunfe, Europa no debe flaquear. La ayuda militar y financiera debe aumentar, no disminuir. Debemos cumplir nuestros compromisos de suministro de armas. Los gobiernos europeos deben eliminar las restricciones que impiden a Ucrania atacar activos militares dentro de Rusia. Permitir a Ucrania neutralizar eficazmente las amenazas en su origen no es una escalada; es una necesidad. Al negar a Ucrania la capacidad de atacar objetivos militares dentro de Rusia, estamos haciendo el juego a Putin y permitiendo que el complejo militar-industrial ruso opere sin obstáculos.

Ucrania no puede luchar con las manos atadas mientras los drones y misiles rusos devastan sus ciudades e infraestructuras.

Nuestro apoyo militar sigue siendo insuficiente en comparación con nuestro potencial. Mientras Ucrania gasta el 25% de su PIB en defensa, las naciones occidentales contribuyen con sólo el 0,1% de su PIB combinado. Un compromiso de al menos el 0,25% del PIB occidental mejoraría significativamente la capacidad de Ucrania para prevalecer, generando potencialmente 120.000 millones de euros anuales en ayuda militar, lo que supondría triplicar los niveles de 2023.

Esta guerra nos exige tomar decisiones geopolíticas audaces. Para eliminar las zonas grises que invitan a la agresión, Ucrania debe lograr la adhesión a la UE y a la OTAN lo antes posible. El Parlamento Europeo ha reafirmado en repetidas ocasiones su compromiso con la adhesión de Ucrania a la UE y a la OTAN. No se trata sólo del futuro de Ucrania; se trata de asegurar el futuro de Europa.

Más allá de la ayuda militar, Europa debe prepararse para la reconstrucción de Ucrania. Se calcula que los daños infligidos por la agresión rusa superan los 157.000 millones de dólares, y la reconstrucción de Ucrania requerirá un apoyo financiero sustancial y sostenido. El coste humano de esta guerra ha sido asombroso. Rusia debe responder de la destrucción que ha causado. La UE debe colmar las lagunas de su régimen de sanciones y utilizar los activos rusos congelados para la reconstrucción. Establecer un marco jurídico para confiscar los activos rusos de propiedad estatal y crear un tribunal especial que se ocupe de los crímenes de guerra rusos son pasos esenciales hacia la justicia.

Fallar a Ucrania ahora costará mucho más después. Apoyar a Ucrania no es sólo un acto de solidaridad, es un imperativo estratégico para una Europa unida y segura. Al conmemorar 1.000 días de resistencia ininterrumpida, asegurémonos de que la lucha de Ucrania no se prolongue otros mil. Debemos actuar con decisión para garantizar la victoria de Ucrania.