Libertad e igualdad

No se puede dar marcha atrás en el principio fundamental de la libertad de circulación dentro de la Unión. La UE y sus Estados miembros deben colaborar para evitar que se abuse de este principio. Simplificar y aumentar la movilidad de la mano de obra europea es una prioridad.

También debemos luchar por los derechos de las mujeres, incluida la reducción de la brecha salarial y la lucha contra la violencia de género. Es importante apoyar el acceso de la Unión al Convenio de Estambul sobre la violencia contra las mujeres y dar prioridad a los derechos de los niños. Los Estados miembros también deben garantizar los derechos de las minorías nacionales y los grupos lingüísticos.

Nuestras responsabilidades humanitarias

Europa tiene la responsabilidad humanitaria de ofrecer protección a los refugiados políticos y a las personas que huyen de guerras civiles, por lo que es necesario un sistema común de asilo eficaz mientras se aplican plenamente las normas existentes.

Una política común en materia de asilo e inmigración deber dar prioridad al acceso de la ciudadanía europea a los mercados laborales y a mejorar la ayuda humanitaria y el desarrollo con fines específicos. La Unión no puede tolerar el fraude social ni el dumping social. Si bien respetamos la migración legal al mercado laboral, es importante atajar los abusos y distinguir entre refugiados y migrantes económicos. Los Estados miembros deben devolver a sus países de origen a los migrantes económicos que residen ilegalmente, de conformidad con el Derecho internacional y de la Unión.

Invertir en seguridad

La lucha contra la delincuencia organizada, la corrupción y el terrorismo es una de nuestras prioridades. Para evitar tragedias, debemos poner fin a la trata de personas y aumentar la seguridad de las fronteras, ya que los países pequeños y los países situados a lo largo del litoral europeo se enfrentan a retos muy específicos.

Queremos que las fronteras de Europa sean más seguras. Creemos que Europa debe aumentar sus recursos financieros, humanos y técnicos, reforzando al mismo tiempo el papel y las prerrogativas de la agencia de protección de fronteras.

Europa también necesita una estrategia para la ciberseguridad y la lucha contra la ciberdelincuencia, mejorando la cooperación entre los Estados miembros, la policía y la justicia con el fin de luchar contra la delincuencia en línea (online) y fuera de línea.

El Grupo PPE hace hincapié en la necesidad de reforzar la seguridad de la Unión y la seguridad de su ciudadanía, y de mejorar la supervisión de las actividades de servicios secretos y del uso ilegal de programas espía.