Crear una Europa más competitiva

Creemos firmemente en el mercado único europeo, ya que es esencial para mejorar la competitividad de Europa. Europa debe completar el mercado único de servicios y continuar la agenda digital para liberar todo su potencial como líder mundial del mercado digital.

También estamos a favor de descarbonizar Europa sin provocar una desindustrialización. Europa debe mejorar su competitividad industrial, evitando al mismo tiempo una carga normativa excesiva para las empresas.

También necesita replantearse su abastecimiento energético. Un suministro energético asequible, sostenible y seguro es clave para el futuro de Europa. Para lograrlo, necesitamos una política energética europea más exhaustiva. Debemos acelerar las inversiones —incluidas las del Plan de Recuperación para Europa y RePowerEU— en energías renovables, eficiencia energética e infraestructuras energéticas, especialmente en proyectos transfronterizos, para evitar que la economía de la Unión flaquee en el futuro debido a factores energéticos.

Europa necesita una política monetaria que mantenga los precios estables, ya que es un poderoso instrumento para luchar contra la inflación.

Inversiones de futuro

Europa debe crear un entorno favorable para las pymes, proporcionando las mejores condiciones financieras y jurídicas para las empresas emergentes. Las empresas y las pequeñas empresas necesitan acceso a créditos con tipos de interés similares y asequibles, en particular a través de instrumentos financieros modernos como el capital riesgo, la financiación participativa y los bonos para la financiación de proyectos, así como las licitaciones públicas y la financiación a escala nacional y de la Unión.

Exigimos un marco de la UE que permita a las empresas invertir más en investigación y desarrollo. El marco financiero plurianual, por ejemplo, debería centrarse más en la innovación, la inversión, el empleo y el crecimiento en la UE. Europa debe actuar hoy de manera responsable para evitar sobrecargar a las generaciones futuras.

Respaldo a las futuras generaciones

La economía europea debe basarse en los principios de la Economía Social de Mercado, un modelo que combina la conciencia social con los principios de un mercado dinámico y que, durante las últimas décadas, ha garantizado estándares de vida altos y beneficios sanitarios y sociales para todos los ciudadanos europeos necesitados. El empleo, el crecimiento y la actividad empresarial son los tres pilares de la economía social de mercado.

La Unión Europea debe promover medidas preventivas para proteger la salud de la ciudadanía europea, en particular fomentando estilos de vida saludables. Se necesitan esfuerzos conjuntos eficaces a escala de la Unión para reducir las cargas financieras y sociales de las enfermedades no transmisibles, como el cáncer.

Contenido relacionado