De la Hoz pide a la nueva CE que no subordine la industria europea del automóvil a los objetivos de descarbonización

Estrasburgo (Francia ), 17 de septiembre de 2024.- El portavoz adjunto del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Raúl de la Hoz, pidió hoy a los miembros de la nueva Comisión Europea que no subordinen el desarrollo de la industria europea del automóvil a los objetivos de descarbonización.

En el Debate del pleno del Parlamento Europeo sobre Competitividad, el eurodiputado pidió que la nueva Comisión Europea pase a la acción para apostar por la competitividad y no subordine un sector estratégico europeo y español como la industria del automóvil a los objetivos climáticos.

Agradeció al ex presidente del BCE Mario Draghi, el informe presentado esta semana que apuesta por recuperar la competitividad en el continente europeo con una serie de recetas que suponen recuperar la productividad europea.

Lograr los objetivos establecidos por Draghi para retomar la competitividad de la industria de la automoción europea exige, “con carácter previo y necesariamente, que todos, absolutamente todos, los miembros del colegio de comisarios acepten y asuman su no subordinación a los objetivos de descarbonización, y entiendan el carácter estratégico que ha tenido, tiene y ha de seguir teniendo en términos económicos y también sociales la industria de la automoción europea”.

“Gracias por plasmar negro sobre blanco de forma audaz lo que muchos llevamos tiempo diciendo en relación con la competitividad de nuestra economía, y que hace muy poco han respaldado mayoritariamente los ciudadanos, avalando el programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones europeas”, manifestó.

Es el momento de asumir, dijo, que, si no cambiamos el orden de prioridades políticas, “no podremos seguir manteniendo nuestro modelo de bienestar”.

Para ello, estamos obligados a colocar en primera línea las políticas que promuevan un “verdadero proceso de reindustrialización de la Unión Europea, que nos permita recuperar la competitividad que estamos perdiendo frente a Estados Unidos o China, un proceso que exige reformas urgentes, algunas profundas y valientes, y que exige que dejemos de subordinar los objetivos de competitividad a los objetivos de descarbonización”.

En este sentido, destacó que el automóvil es un sector severamente amenazado, entre otras cosas, por la “falta de equilibrio entre la política industrial y la política climática, y la escasa flexibilidad y soporte” que las recetas políticas le han otorgado para adaptarse. “La transición no puede ser justa, si no es limpia, pero sobre todo, si no es útil para devolver la competitividad a nuestra economía que hoy necesitamos, un proceso que solo podremos afrontar si tenemos claras nuestras prioridades, si actuamos unidos y con determinación, e igualmente con diálogo permanente con los actores implicados”.