Carmen Fraga lamenta que el grupo PPE haya sido el único en escuchar los problemas que la prohibición de los descartes plantea al sector pesquero

07.02.2013 10:45

Carmen Fraga lamenta que el grupo PPE haya sido el único en escuchar los problemas que la prohibición de los descartes plantea al sector pesquero

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Las opiniones aquí expresadas pertenecen a la delegación nacional y no reflejan necesariamente las del Grupo Popular en su conjunto

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La eurodiputada del PPE Carmen Fraga se muestra convencida de que su enmienda para cambiar la metodología sobre la obligación de desembarcar todas las capturas es mucho más útil de lo que el resultado del voto llevado a cabo esta mañana en Estrasburgo puede dar entender, ya que considera que "abre la única vía posible para lograr un entendimiento entre las posturas del Consejo, el Parlamento europeo y la Comisión" sobre la prohibición de los descartes.

Pese a que su enmienda no ha logrado los votos suficientes -por la falta de apoyo de los socialistas, incluidos los españoles, el bloque nórdico y los Verdes- Fraga cree que su esfuerzo por lograr un texto que, manteniendo el compromiso de eliminar progresivamente los descartes, dé a la flota los instrumentos  para cumplir con esta obligación sin comprometer en exceso su rentabilidad, no será baldío, ya que durante el procedimiento de codecisión que ahora se abre, una propuesta de estas características es la única que podría permitir dar una salida a lo que se ha convertido en uno de los temas clave de la reforma, y que se encuentra totalmente enquistado.

Entre otras cosas, la eurodiputada española ha podido demostrar durante los debates de la reforma, que su texto es el único que cuenta con el respaldo de todo el sector "desde el Mediterráneo hasta el Báltico -ha dicho-, porque lo he consultado con todos", lo que no ocurre ni con la propuesta original de la Comisión, ni con el acuerdo general del Consejo, ni mucho menos con el Informe del parlamento europeo que se sometía ayer a votación, elaborado por la socialista alemana Ulrike Rodust.

En síntesis, Carmen Fraga proponía que sea obligatorio el descarte de todas las capturas -al igual que proponía la Comisión y que mantiene el Informe Rodust- sometidas a TACs y cuotas y, en el Mediterráneo, también a tallas mínimas. La diferencia es que ella propone que la forma de hacerlo se decida pesquería por pesquería, dadas los diferentes tipos de explotación que existen en la UE, en el marco de los planes de gestión plurianuales para las distintas especies, en lugar dar un mismo tratamiento generalizado para todas las especies y flotas, lo que comprometería la actividad de la mayor parte de ellas, sobre todo las que actúan sobre pesquerías multiespecíficas o tienen pocas cuotas de determinadas especies.

La obligatoriedad de desembarcar debería ir precedida de un análisis por parte de la Comisión de los casos en que se dan más descartes y sus causas, junto con la solución más adecuada para cada caso. No obstante, y para reforzar que la eliminación de la práctica de descartar se lleve efectivamente a cabo, Fraga proponía que si a 1 de julio de 2015 no existiesen planes plurianuales para algunas especies, estas deberían desembarcarse obligatoriamente según el mismo calendario por especies y zonas propuesto por la ponente, pero comenzando en 2016, en lugar de en 2015, para dar tiempo a elaborar los planes plurianuales -que deben elaborarse de todas formas- y a que el sector adaptase sus esquemas de explotación y sus buques a la obligación de mantener todas las capturas a bordo hasta su llegada a puerto.

Para una mayor garantía, la propuesta incluía que si en 2019 había flotas que no cumplían con las obligaciones impuestas por los planes plurianuales o el calendario mencionado, dichas flotas deberían desembarcar obligatoriamente todas las capturas.

El texto de la diputada española incluía también otras especificaciones técnicas sobre la forma de contar las capturas accesorias respecto de la especie principal de una flota, siempre con el fin de que la obligación de desembarque no llegue a comprometer la actividad de dicha flota, así como excepciones para las especies para las que se ha comprobado científicamente que tienen un alto índice de supervivencia si son devueltas al mar, o aquellas que se deterioran muy rápidamente y que no deben mantenerse a bordo más allá de un tiempo determinado por razones higiénico-sanitarias. 

Además del apoyo del sector pesquero comunitario, Carmen Fraga recibió el respaldo de su grupo político, el PPE, cuya recomendación fue votar en contra del Informe si la enmienda de la diputada española no recibía el apoyo de la eurocámara. Los socialistas españoles se han alineado con la tesis de la ponente alemana y las ONGs.

La diputada española ha lamentado que, una vez más, solo su Grupo haya sido sensible a los problemas que la legislación comunitaria puede crear al sector pesquero, y que les sea más fácil "ceder a las presiones de los grupos medioambientales y los tópicos instalados, "que tomarse la molestia de estudiar los temas y distinguir cuando las peticiones del sector son realmente legítimas y demostrables y están argumentadas", y en particular ha lamentado la falta de valor de los socialistas españoles "que tiene que ser muy conscientes de que había un problema y se proponía una solución" que han preferido someterse a los dictados de la ponente alemana y el bloque nórdico.

A pesar de ello, y teniendo en cuenta el bloqueo actual en el que se encuentra este asunto, la eurodiputada española se ha mostrado convencida de que la única salida posible en el procedimiento de codecisión vendrá dada por una propuesta muy semejante a la presentada hoy.

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